El Moscovita

Descripción: Moscú tiene su propia vida, su propio ritmo y atmósfera en la que los niños periféricos rara vez logran sobrevivir, pero siempre crudos, aunque provinciales, inmediatamente sintió que la capital era su movimiento. Aquí nadie juzga las tetas grandes y los apetitos sexuales, y no hay delito de seducir a un vecino por un beso de una sola vez.
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