El ejemplo perfecto de institutriz

Descripción: Hombres solteros y divorciados, deben comprender que si ya han decidido contratar a una institutriz para que la casa esté siempre en orden, para que todo esté preparado y lavado, la asistente no debe hacer nada peor que Katuha. Esta mujer provinciana logró ganar sin esfuerzo no solo la capital y la limpieza del apartamento del jefe, sino también su pene. Esa debería ser la anfitriona.
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