La arrogancia de los vecinos no conoce fronteras.

Descripción: El bebé Gatito y Lorenzo soñaban tanto con pasar el rato en una casa de campo que se olvidaron de todo en el mundo, y los fuertes gritos sobre el sexo anal molestaron la polla de David. Un hombre no tolerará ni un segundo más que esta vulgar insolencia, porque su paz y completa calma están amenazadas. Se ve obligado a perseverar y calmar la lujuria con el vecino de cualquier manera, incluso anal durante la ruptura con la amante.
Etiquetas: